¡"Si amas al buen Jesús!"
de corazón con ternura,
vivirás siempre en la "luz"
y no verás sombra oscura.

martes, 29 de junio de 2010

La Biblia como documento

   Según la doctrina nuevoapostólica, la Biblia es un documento de la experiencia con Dios. En  "Preguntas y respuestas" podemos leer: "La Biblia es una colección ordenada por hombres creyentes, de promesas y mandamientos divinos, como también de informes que están en estrecha relación con el gobierno de Dios" (pregunta1). Para el cristianismo nuevoapostólico, por lo tanto,la Biblia da testimonio de la revelación divina, sin pretender ser un informe completo de todas las obras de Dios
(comparar con Juan 21:25). De hecho, el contenido de los libros bíblicos tiene su origen en el Espíritu Santo, pero en cuanto a su forma y manera de expresión tiene la impronta de su respectivo autor y su mundo imaginativo.
De acuerdo con la interpretación fundamentalista, la Biblia ha sido dictada al hombre por Dios". Es un sentido estricto "palabra de Dios". Por lo tanto, le corresponde la función de producir salvación o al menos transmitirla. Sólo de esa manera se puede entender el llamado:" Léela para ser sabio, cree en ella para ser redimido y prácticala para ser santo. Ella contiene lúz para guiarte, alimento para fortalecerte y consuelo para confortarte"( John MacArthur, Biblia de estudio, idem, pág 21). En oposición a ello hay que establecer que la Biblia no es objeto de la fe ni en la Confesión de fe nuevoapotólica ni en las Confesiones de la Iglesia antigua. Antes bien, son objeto de Confesión y de fe,
El trino Dios, el retorno de Cristo y la Iglesia.
Cuando de parte de los fundamentalistas se dice:" La Biblia es la fuente de la victoria", "La Biblia es la fuente de crecimiento", "La Biblia es la fuente de fuerzas" (ídem, pág.22), demuestra que la Biblia debe ocupar el lugar de la prédica, el ministerio autorizado y los Sacramentos. Son de la idea de que se puede acceder al camino hacia la salvación ocupándose permanentemente de la Biblia.  "Del reconocimiento que obtenemos de nuestro estudio de la Biblia , debemos sacar los principios prácticos
válidos para nuestra vida personal . (...) Nos subordinamos a la Biblia y dejamos que ella reorganice
nuestra vida "(John MacArthur, ídem pág.25). En oposición a esto, se puede leer en "preguntas y respuestas": " Leer la Biblia, por cierto, no puede reemplazar la activadad de los Apóstoles de Jesús
el anuncio de la doctrina y la administración de los Sacramentos".

La Biblia y la palabra de Dios
Conforme a la doctrina nuevoapóstólica, "la palabra de Dios" es en primer término Jesucristo mismo,quien tiene un encuentro directo con nosotros en el anuncio de la palabra en los Servicios Divinos y en los Sacramentos. Por ende, la Biblia tampoco es "palabra de Dios" en un sentido unidimensional.
 La Sagrada escritura testifica más bien de la "palabra de Dios" ya publicada y hasta cierto punto actual, que es la prédica. La palabra de Dios de la que da testimonio la Biblia támbien es la pauta para la palabra actual de prédica. La "palabra de Dios" es, por consiguiente, la palabra actual  pronunciada directamente por el obrar del Espíritu e incorporada en la situación del Servicio Divino.
En la interpretación fundamentalista de la Biblia como "palabra de Dios" tampoco se considera que la Iglesia misma existió antes que la Sagrada Escritura y que es la base de la Sagrada Escritura. Jesucristo instituyó su Iglesia y de ella surgieron las Escrituras del Nuevo Testamento, ella los compiló. Así, no se puede dejar sin efecto la relación entre Sagrada Escritura, Iglesia y ministerio.
Tampoco se puede dejar de considerar lo que expresó el mismo Hijo de Dios sobre la Escritura-aquí sobre el Antiguo Testamento-:Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna: y ellas son las que dan testimonio de mí" (Juan 5 39).
Ya que la Biblia es una "colección ordenada por hombres creyentes" de promesas, mandamientos e informes, la Iglesia Nueva Apostólica tampoco afirma que la verdad de la Biblia tenga que hacer referencia en todos los casos a la geografía, la historia  y las ciencias naturales.
En el fundamentalismo, los problemas secundarios para la fe- como el tiempo de su origen, la historia del origen de los textos y lo temas relacionados con los autores- adquieren un significado central. El reconocimiento de que la Biblia es un documento de la fe y que da testimonio de la palabra de Dios dada ciertamente no lleva a quitarle valor. Antes bien nuestra Iglesia destaca que la Sagrada Escritura es la base y el punto de partida de todos los enunciados doctrinarios . Un principio de nuestra Iglesia es que todo enunciado doctrinario debe ser medido en la Biblia.

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