¡"Si amas al buen Jesús!"
de corazón con ternura,
vivirás siempre en la "luz"
y no verás sombra oscura.

domingo, 26 de mayo de 2013

En el camino a la salvación de todos

          Excluir e incluir: ambos conceptos se encuentran tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento (ver Nuestra Familia 11/2012, pág.22). En esta edición nos referiremos a la fe nuevoapostólica: ¿Cuán exclusivas o inclusivas son nuestra esperanza en el futuro y nuestra interpretación de apostolicidad, Iglesia y Sacramentos?

Exclusividad e inclusividad en la fe nuevoapostólica

  La Iglesia de Jesucristo no puede ser equiparada con una determinada congregación religiosa.
Sin embargo, la Iglesia de Jesucristo se hace realidad en distinta medida en las diferentes congregaciones.
     Esto se reconoce en cómo es el desarrollo que han alcanzado, respectivamente, en unidad, santidad, universalidad y apostolicidad. Particularmente importante es la apostolicidad: en esta característica se decide, según la interpretación nuevoapostólica, si la Iglesia puede cumplir en todos sus aspectos su encargo de transmitir salvación.
    La apostolicidad tiene un aspecto contextual y uno personal. El contextual guarda estrecha relación con el anuncio de los Apóstoles de la primera época cristiana, así como testifica el  NuevoTestamento.  Pablo esboza sus elementos básicos: "Que Cristo murió por nuestros pecados,conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras" (1 Co.15:3-5).
   Otra columna central del anuncio apostólico es mencionado por los ángeles en la ascensión  de
Jesús:"Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habeís visto ir al cielo" (Hechos 1:11). Cada anuncio cristiano debe orientarse en el testimonio de los primeros Apóstoles cristianos, destacando sus contenidos en una forma acorde a la época. Esto constituye un elemento común esencial entre las Iglesias. La apostolicidad en este sentido, esta en todas partes donde se anuncia a Jesucristo como Señor y Redentor.
     El segundo aspecto de la apostolicidad es de naturaleza personal. Esta relacionada con la fe en que la actividad de los Apóstoles no queda limitada al primer tiempo del cristianismo, sino que es necesaria en toda la Iglesia hasta el retorno de Cristo.
    Los Apóstoles contemporáneos, llamados a partir de 1832, no querían fundar una Iglesia propia, sino servir a la Iglesia en su totalidad y a su unidad. Los esfuerzos de los Apóstoles ingleses por lograr la inclusividad fracasaron; así surgió dentro de la Iglesia de Cristo una especial "Obra de Dios" conducida por Apóstoles, primero en la Iglesia Católica Apostólica y luego en la Iglesia Nueva Apostólica.
      
                                  El Bautismo como vínculo
                                  de todos los cristianos
     El ministerio de Apostol ha sido provisto por Jesucristo de amplias tareas, que en parte son cumplidas sólo por los Apóstoles. Esta exclusividad no se la han atribuido los mismos hombres, sino que tiene su origen en la voluntad y el encargo de Jesucristo. La transmisión de salvación no queda limitada al ministerio de Apóstol. Toda la Iglesia cumple ese servicio, ya que en ella es anunciado el Evangelio, en ella está activo el Espíritu Santo, que genera fe y convoca al seguimiento de Cristo.
   También el Santo Bautismo con Agua está confiado a la Iglesia en general. Es dispensado con plena validez en todo lugar donde es realizado con agua y en el nombre de Dios, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. El Bautismo es el vínculo que une a todos los cristianos. Todos los bautizados son llevados a la muete y resurrección de Jesucristo. Son integrados al cuerpo de Cristo formando ahora parte de la Iglesia invisible.

                                   En el camino como sellado
     Mientras que el Bautismo con Agua está confiado a toda la Iglesia, el Bautismo con Espíritu solo es llevado a cabo por los Apóstoles (comparar con Hch.8:12ss;19:1-6). El Bautismo con Agua y el Bautismo con Espíritu producen conjuntamente el renacimiento del hombre y donan la filiación divina. La infancia divina representa una anticipación de la futura condición de primogénitos y del
 "sacerdocio real" (comparar con 1P.2:9). A ello tambien alude 1Juan 3:2: "Amados,ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es".
    La infancia divina es, en este sentido, una posición especial del hombre frente a Dios, la cual se caracteriza por la recepción de todos los Sacramentos y por la orientación de la vida al retorno de Cristo conforme a la prédica debida del Evangelio. Independientemente de ello, todas las personas
pueden ser consideradas hijos de Dios, pues fueron creados por Dios y toman parte de la semejanza de Dios. Por ende, todo hombre puede adorar a Dios con el "Padre nuestro que está en los cielos".
   No obstante, el sellado todavía no ha alcanzado la condición de primogénito, sino que se halla en camino para lograrlo. Le ha sido asignada la tarea de permanecer en el seguimiento a Cristo y dejarse preparar por la palabra y los Sacramentos para el retorno de Jesucristo. En el retorno de Cristo sólo será arrebatada aquella parte de la Iglesia que es llamada el "hijo varón".
   Otra parte de la Iglesia, representada segun Apocalipsis 12 por la imagen de la
  "mujer vestida del sol", debe acreditarse en la tribulación del tiempo final. Sin embargo, esta parte de la Iglesia también experimentará la protección y el acompañamiento de Dios a través del Espíritu Santo. Algunos morirán por la fe en Jesucristo y se convertirán en mártires. En la venida de Cristo en poder y gran gloria, es decir cuando se establezca el reino de paz, estos mártires resucitarán y serán sumados al sacerdocio real, que reinará con Jesucristo por mil años.
    En esta época de la historia de la salvación será llevado el Evangelio a todos los hombres, a los vivos y a los muetrtos. Todos los seres humanos de todos los tiempos se podrán decidir por una vida con Cristo.
   Esto muestra que la preparación de la comunidad nupcial para el retorno de Cristo, que acontece a través del apostolado, no es un fin en sí mismo ni es expresión de egoismo por la salvación. La comunión perfecta con el trino Dios no esta limitada a la comunidad nupcial, sino que debe ser concedida aún a muchos seres humanos en el transcurso de la historia de la salvación. Por lo tanto, la salvación que es concedida a las primicias se trata de algo anticipado, de algo que apunta a la expansión y a la universalidad.
   Precisamente en los enunciados sobre el tiempo final queda en claro que la fe nuevoapoatólica no pretende dejar fuera ni excluir de salvación, sino que más bien señala que caminos existen para lograrla. Hace evidente cuál es la voluntad salvífica universal, que no se dja imponer ningún tipo de límites. 
                           Resumen
                          la meta de la fe nuevoapostólica
                          es la comunión plena de, en lo posible,
                          todos los hombres con Dios.
                          La filiación divina y la primogenitura
                          solamente son tramos en el camino
                          a esta salvación universal.


              

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