Comentábamos que la tarde lluviosa nos impediría salir a caminar con él por los jardines, alrededor de la institución donde se encuentra internado.
Al rato de estar conversando con nuestro hermano, se acerca nuevamente la enfermera, diciendonos: "Los Pastores pertenecen a la Iglesia Nueva Apostólica". Con alegría invitamos a nuestro recién conocido hermano a participar del testimonio y del festejo de la Santa Cena.
Después de unos minutos, todos comprendimos que ella había sido un ángel visible que nuestro Padre colocó en ese lugar, para que a partir de ese momento, dos pacientes que antes apenas se conocían, pasaran a ser hermanos en la fe. También confirmamos que el amado Dios tiene sus tiempos y que a pesar de compartir ese lugar hace años, recién hoy debía producirse el singular encuentro.
Sobre el final de la tarde se sirvió café a los presentes. Como faltaba azúcar en ese momento, preguntamos dónde podíamos conseguirla y Andrés nos dio la respuesta, que coronó aquella visita de alegría y agradecimiento al Padre Celestial: "Voy a pedirle a una de las cocineras, que también es nuevoapostólica..."
Regresamos luego a casa con gozo en el corazón, habiendo comprobado que en los lugares más inesperados, puede el Señor preparar estos instantes de comunión y bendición para los suyos.
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