con sus respectivas explicaciones.
El cuarto artículo de la fe
Yo creo que el Señor Jesús gobiernaen su Iglesia y que para ello ha enviado
a sus Apóstoles y hasta su retorno aún
los envía con el encargo de enseñar,
de perdonar pecados en su nombre y
de bautizar con agua y con Espíritu Santo.
El cuarto artículo de la fe trata del reinado de Jesucristo:¨´El es quien gobierna en su Iglesia, porque Él es "la cabeza del cuerpo" (comparar con Col. 1:18). Este reinado halla expresión en el envió de los Apóstoles. El "envió misionero",(comparar con Mat. 28: 19-20) muestra la relación de casualidad existente entre el anuncio del evangelio y la dispensación de los Sacramentos por un lado, y el ministerio de Apóstol por el otro. El ministerio de Apóstol no tiene límite temporal, sino que debe cumplir su función hasta que Cristo venga nuevamente. En el artículo e la fe esto está formulado como "hasta su retorno".
¿Cúal es el encargo del ministerio de Apóstol? Lo que Jesucristo obra a través de sus apóstoles, se describe a continuación:"... de enseñar, de perdonar pecados en su nombre y de bautizar con agua y con espíritu Santo". El encargo de enseñar hace referencia al verdadero anuncio del evangelio sobre la muerte, la resurrección y el retorno del Señor. El encargo de enseñar hace referencia al verdadero anuncio del evangelio sobre la muerte, la resurrección y el retorno del Señor. El encargo del ministerio de Apóstol además consiste en "perdonar pecados en su nombre" [en el nombre de Jesús], o sea el anuncio legítimo del perdón de los pecados a los hombres por el sacrificio y el mérito de Jesucristo (comparar con Jn.20: 23). Concluyendo, hace referencia a los sacramentos del Santo Bautismo con agua y el Santo Sellamiento: el apostolado cumple la función de bautizar con agua y con Espíritu Santo, es decir, de realizar la dispensación de aquellos Sacramentos que permiten la nueva existencia ante Dios.
El quinto artículo de la fe
Yo creo que los escojidos por Dios para un ministerioson instituidos únicamente por Apóstoles, y que el poder,
la bendición y la santificación para su servir provienen del
ministerio de Apóstol.
Este artículo de la fe se refiere al ministerio espiritual. Dios es aquél que escoje a alguien para un ministerio. En este contexto, el ministerio de Apóstol tiene la tarea de llevar a cabo la voluntad divina con respecto a los ministerios.
Reciben el poder, la bendición y la santificación quienes son ordenados por el ministerio de Apóstol. El ministerio no es una finalidad en sí, sino que tiene su lugar en la Iglesia, en la mayoría de los casos, concretamente en una comunidad. El "servir" se entiende como dedicarse a Jesucristo y a la comunidad.
La ordenación consta de los siguientes aspectos: "poder, bendición y santificación". el aspecto del "poder" es de importancia decisiva ante toda ante los ministerios sacerdotales, puesto que están autorizados para anunciar el perdón de los pecados por encargo del Apóstol y para consagrar la Santa Cena. Los ministerios sacerdotales participan , pues, en la debida administración de los Sacramentos que tienen a su cargo los Apóstoles. También el debido anuncio de la voluntad de salvación universal de Dios se lleva a cabo con el "poder" dispensado por el apostolado.
Mediante la "bendición" se promete acompañamiento divino y ayuda del Espíritu Santo para desempeñar el ministerio sacerdotal como también el diaconal.
La "santificación" indica que el mismo Dios en su santidad e intangibilidad quien quiere obrar a través del ministerio. La "santificación" también es necesaria porque la Iglesia misma es una Iglesia "santa" (comparar con el 3º artículo de la fe).
Aunque el portador de ministerio sea elegido por Dios, puede ser que no esté a la altura de su ministerio o que hasta fracase en el mismo. Sin embargo, esto no permite poner en duda el llamado original de Dios.
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