¡"Si amas al buen Jesús!"
de corazón con ternura,
vivirás siempre en la "luz"
y no verás sombra oscura.

domingo, 5 de junio de 2011

Aún sabemos una parte


Mientras vivamos en la tierra no tendremos reconocimiento total del obrar y activar de Dios. Por eso, en su momento el Apóstol Pablo escribió a los Corintios: "Ahora conozco en parte". pero con vistas al día de la segunda venida de Cristo, agregó:" ...mas entonces conoceré como soy conocido".
  El Espíritu Santo ya nos ha revelado muchas cosas: el amor y todo el poder de Dios, la importancia del sacrificio de Jesús para salvar y redimir a los pecadores, nuestra elección y vocación por la gloria eterna. ¡Agradezcamos de corazón por todo lo que se nos permite reconocer!
  Aunque hoy sólo reconozcamos en parte algunas cosas, tengamos la certeza de que el Señor, si nos reconoce. Él ve todo, porque delante suyo somos como un libro abierto. Delante de Dios nada podemos ocultar; sería ciertamente poco inteligente querer ocultar algo a su divina Majestad. Por un lado, para nosotros esto es una advertencia; pero por el otro también es motivo de enorme alegría y un gran consuelo.
  Él ve nuestra fe y nuestra lucha por ella, nuestro amor hacia su Obra y nuestra disposición al sacrificio. También ve nuestra esperanza, nuestro anhelo y nuestra fidelidad, nuestra intención. Él ve nuestras faltas, que a veces cometemos el mismo error cientos de veces y nos enojamos por nuestra debilidad. Él ve nuestro arrepentimiento y nos perdona cientos de veces la culpa y el pecado. El Señor también conoce todas nuestras preocupaciones y urgencias; esto debe ser un gran consuelo para nosotros, porque siempre quiere seguir ayudando. El trabajo divino apunta a perfeccionarnos.
  Podremos reconocer todo esto en su pleno alcanze cuando Jesucristo regrese. En el día del Hijo de Dios veremos el plan y la guia de Dios bajo una luz superior y comprobaremos que las pruebas y las admisiones, todo aquello que debimos experimentar, ha servido para beneficiarnos. ¡Al ver las relaciones del obrar divino, nos admiraremos: ¡todo tenía un sentido más profundo!
   Podría ser tristemente cierto, que hoy apenas podamos reconocer en parte. Pero aún no podemos comprender perfectamente las cosas celestiales porque nuestro pensamiento humano es limitado. Asimismo podemos pedirle al Padre Celestial: "Danos más conocimiento". Sin embargo aceptamos lo que nos manifiesta en su amor; con ello también es posible ser feliz y bienaventurado. Sepamos superar el conocimiento "parcial" hasta llegar a la perfección. Hagamoslo con fe y confianza. Así podremos esperar hasta el día del Señor, por él sentimos alegría, para él nos preparamos y en él no haremos más preguntas.