¡"Si amas al buen Jesús!"
de corazón con ternura,
vivirás siempre en la "luz"
y no verás sombra oscura.

lunes, 10 de enero de 2011

Pablo en Atenas

En los hechos de los Apóstoles se relata que, en su segundo viaje misionero,
el Apóstol Pablo,también llegó a Atenas y que allí realizó un discurso en el Areópago.
 ¿Qué tenía Atenas de particular y por qué era tan importante para que Pablo la visitara?



Pablo en Atenas



"Al Dios desconocido" versaba la inscripción sobre un altar de Atenas, al que se refería
el Apóstol Pablo en su discurso dirigido a los hombres de esta ciudad. A sus oyentes explicó que honraban a este dios por desconocimiento y les mostró a Dios como el Creador del mundo y el Padre de Jesucristo. En primera instancia, al hablar Pablo sobre la resurrección de los muertos, los que seguían con interés esta prédica desconfiaron, ya que lo dicho no era aceptable según la visión de los griegos. Esto no sorprende, que la idea que tenían los atenienses sobre Dios se apartaba mucho de la sostenida por el cristiano Pablo.

                                                       Atenas en tiempos clásicos

En el Areópago.

 y virginidad llamada Atenea.

La Acrópolis, el monte del templo, ya había sido poblado en 3000 a C. y alrededor de
1200 a C.transformado en fortaleza.

                                                  
                                                    Religión

Figuras en relieve en el Partenón.
     Los santuarios, templos y altares criticados por el Apóstol Pablo se hallaban esparcidos por toda la ciudad. 
      La religión griega dominaba la vida social y cultural. Desde que Alejandro Magno llevó la cultura griega a lo más profundo del oriente que se había explorado hasta esa fecha, el pensamiento griego y el oriental se amalgamaron. Y éste no fue el único efecto, ya que algunos elementos de las religiones griegas y orientales  también se mezclaron. 
    Los antiguos dioses griegos, tal como aparecen en las obras literarias de Homero y Hesíodo, se fusionaron con los dioses sirios, egipcios o babilonios. Zeus fue identificado con el dios Baal de Siria, mientras que la diosa egipcia Isis se identificaba a Afrodita. De manera que bien se puede entender lo anonadado que estaba el Apóstol Pablo sobre esta infinita cantidad de figuras idolicas.