Terminación: esta palabra infunde cierto temor. Denota un alto grado de exigencia: debemos llegar a la perfeccción, a la dignidad, vencer y estar preparados en el momento del retorno de Cristo. Entonces vemos nuestros errores y debilidades,
y nos sentimos asustados, preguntándonos: ¿Cómo ocurrirá que lleguemos a la perfección?". Seguramente no lleguemos al punto de poder decir realmente: "¡Soy perfecto!". En su época, el Señor ya explicó en las parábolas que hay diferencias. En la parábola del sembrador dijo que las buenas tierras también dan frutos de diferentes maneras: a veces treinta, otras sesenta y otras cien veces más.
Es decir que hay diferencias y grados. Por eso es infundada la preocupación que surge de reconocer que no lograremos llegar a la perfección en todos los aspectos. Es importante que estemos en camino hacia allí y que nos preocupemos por la terminación.
Pero como se llega a la terminación? Algo es necesario: que avancemos paso a paso, que se produzca una evolución, un incremento, un crecimiento. Esto es lo decisivo para llegar a la terminación.
Permitidme preguntar una vez: ¿Hay crecimiento en ti?
Que cada uno se autoevalúe. ¿Hay crecimiento en la fe? Entonces estaremos en el camino a la terminación. ¿Puede comprobarse el crecimiento, en el sentido de que servimos al Señor todavía más que antes? Entonces estaremos en el camino correcto a la terminación. ¿Puede comprobarse un crecimiento de manera que estemos en condiciones de evitar cada vez más lo que no es divino, el pecado? entonces estaremos en el camino correcto a la terminación. ¿Hay un crecimiento en el sentido de que el amor se siente todavía más en la comunidad? Entonces estaremos en el camino correcto a la terminación.
Esto es lo decisivo para llegar a la terminación. Es cierto que no lo lograremos por nuestro propio esfuerzo. ¡Porque en definitiva, el Señor es quien produce la terminación!
Nos proporciona la terminación mediante su palabra y su gracia.
Aplicando la gracia divina y trabajando en nuestras debilidades con la fuerza proveniente del mérito de Cristo, avanzaremos paso a paso y llegaremos, finalmente, a la terminación.
La terminación no dependerá de que hayamos alcanzado la perfección en todas las cosas. Este no será el caso. Estamos y seguiremos estando supeditados a la gracia, también en cuanto a la terminación.
![]() |
"Porque los montes se moverán, Pero no se apartará de ti mi misericordia, Ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti." Isaías 54:10 |
No hay comentarios:
Publicar un comentario