Tal vez, incluso ustedes hayan sido injustos con alguien más.
¿Conocen la parábola de los trabajadores en la viña que Jesús relató en una oportunidad? Un hombre fue a contratar a algunos hombres para que trabajasen
en su viña.
A pesar de que éstos trabajaron diferentes periodos de tiempo, todos recibieron la misma paga al final del día: una moneda de plata paracada uno. ¿Fue injusto el dueño de la viña? No. La historia es una parábola e ilustra cuan justo y equitativo es Dios.
Dios cuida a todos los seres humanos.
Sean ricos o pobres, altos o petisos, de color o de contextura blanca, no hace ninguna diferencia. Permite que el sol brille sobre el justo y el injusto. La lluvia cae de forma igual sobre los campos de las personas buenas y de las malas. Lo que ustedes hacen para Dios, él lo devuelve generosamente con su bendición. Sin importar que lo que ofrenden sea grande o pequeño o lo que hagan sea mucho o no tanto, es lo mismo para Dios.
Incluso aquellos que toman la mano de Dios en el último momento, como el hombre que fue crucificado con Jesús, reciben todo el amor y la misericordia de Dios.
Mis amados amigos, Dios los ama. Y los bendice con la vida eterna en Jesucristo. Incluso aquellos que se unan a la Iglesia mañana o pasado mañana, recibirán el mismo galardón en el día del Señor que aquellos que hayan estado con Él todo el tiempo.
Tratemos de ser justos en todo momento, os, o ser prejuiciosos o celosos. Esto no siempre es fácil, pero Dios es tan justo que Él ya bendice nuestras buenas intenciones.
Vuestro,
Paul Chiponge.
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