¡"Si amas al buen Jesús!"
de corazón con ternura,
vivirás siempre en la "luz"
y no verás sombra oscura.

martes, 5 de octubre de 2010

Elías y Juan el Bautista

                              Elías y Juan el Bautista tienen en los evangelios 

                              una relación muy estrecha. A través de Elías se

                              define la misión del Bautista en la historia de Salvación.

                             Elías y las expectativas del judaísmo temprano para el tiempo final.

     El profeta Elías vivía en tiempos del rey Acab; su mujer Jezabel y su sucesor en el trono, Ocozías, fomentaban la adoración de Baal en el reino norte de Israel.
Elías luchaba, con todas sus consecuencias, contra la adoración a los ídolos y contra los sacerdotes de Baal.
         Al igual que Enoc (comparar con Génesis 5:24; He 11:5), tampoco Elías tuvo que morir. Mientras que de Enoc apenas se informa que Dios lo llevó y lo arrebató, 2Re2:11-12 explica con precisión el arrebatamiento de Elías: "Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino. Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio". Este hecho muestra que Elías adquirió una posición particular  entre los profetas de Israel y que seguramente- junto a Moisés
 (comparar con Dt 18:15)- puede ser una de las personalidades proféticas más destacadas. No sin motivo fueron Elías y Moisés quienes aparecieron en la transfiguración de Jesús. Al mismo tiempo, por lo sucedido con Elías se entienden las grandes expectativas que se levantaron más tarde vinculadas con el profeta: la esperanza de un cambio total en la historia del pueblo de Dios, de la cual forma parte la espera de un Mesías, un Salvador, que se vinculó en el tiempo posterior al exilio babilónico con la espera del retorno de Elías.
         Antes de llegar el día del juicio, como promete Mal 4:5-6, debe venir nuevamente Elías y hacer otra vez válidos los mandamientos de Dios en Israel: "He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón, de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición".
         El significado de Elías para los acontecimientos del tiempo final también queda destacado en Sirach 48:10-11: " Tú fuiste instituido para castigar a su tiempo, para aplacar la ira, antes que llegue la cólera, para tornar los corazones de los padres a los hijos y traer nuevamente las tribus de Jacob. ¡Bienaventurados los que te verán y estarán adornados de amor!".. Elías debe reprender y censurar al pueblo- en este sentido debe entenderse el "castigo"-, para que, y aquí el texto se vincula directamente con Malaquías 4, vuelva a la ley y obre según la voluntad de Dios.
                                   

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