¡"Si amas al buen Jesús!"
de corazón con ternura,
vivirás siempre en la "luz"
y no verás sombra oscura.

jueves, 14 de octubre de 2010

¡Dones en abundancia!


     En sus discursos de despedida, Jesús habló sobre el motivo de su envío.
 Había venido para que los que creyeran en Él, " tengan vida", y para que la tengan en abundancia". La expresión "tener en abundancia" en este contexto puede resultarnos extraña. Significa que los dones estén presentes en cantidad, y al mismo tiempo nos recuerda una promesa de Dios hecha por medio del profeta Jeremías, por la cual el Señor quería "saciar de su bien" a su pueblo de aquella época,
 es decir satisfacerlo en abundancia.
Los dones divinos se manifiestan en cantidad cuando nos dirigimos una y otra vez al Señor, cuando evoluciona la vida divina, llegando a la maduración y a la perfección.
     Por dones divinos de esta época entiendo aquello que hoy da el Señor en su Iglesia. Puedo mencionar algunos dones: por ejemplo la paz. Allí donde se manifiesta la vida divina y cuando nos hemos decidido por el Señor hay abundancia de paz. Por un instante echemos una mirada al mundo. Allí también hay paz, ¿Pero es paz en abundancia? Yo no lo vería de ese modo. las cosas se han configurado de forma
apenas suficiente como para que no haya guerra y para que hasta un cierto punto impere la calma, pero paz en abundancia, eso es algo que me imagino de otra manera, una paz divina, que es más elevada que toda razón.
    Como siguiente punto mencionaré la alegría. alegría en abundancia: ¿puede uno tenerla hoy en esta tierra? Realmente no. Opino que alegría tenemos cuando podemos estar en el seno de nuestras familias, cuando esto o aquello se cumple, cuando no nos falta de nada, cuando experimentamos cosas nuevas. Pero estos son apenas unos breves instantes. Todos sabemos que la alegría nunca es demasiado duradera. Cuando nos dirigimos al Señor y nos colocamos bajo la palabra del altar, cuando la vida divina nos atraviesa, entonces impera la abundancia de alegría, hay entonces una alegría desbordante. Que también haya abundancia de bendición cuando nos dirigimos al Señor y confiamos en Él. De este modo habrá sido creado el fundamento para tener bendición en abundancia..
    Que haya abundancia de bendición para todos los que tienen deseos para su camino en la vida. Con el Señor siempre hay abundancia de bendición. Que también haya siempre abundancia de gracia, de manera que puedan ser eliminados todos los errores, imperfecciones y debilidades que existan. Y experimentaremos una abundancia de gloria cuando lleguemos a la meta de nuestra fe, el retorno de Cristo, y compartamos la vida eterna con nuestro Padre Celestial.
    Apenas nos podemos imaginar cuánta abundancia podremos experimentar entonces. Extraigamos de lo que fue dicho las conclusiones correctas para decidirnos otra vez por el Señor. Que la luz divina de la gracia nos acompañe en nuestro camino de la fe;
que la vida divina se desarrolle en nosotros y madure hasta la perfección, que el Señor nos brinde todos los dones, para que de ese modo continuemos nuestro camino hasta que estemos en nuestro hogar, en la casa del Padre.

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