El domingo 21 de febrero de 2010, en la iglesia Garín 2 se organizó un encuentro con los hermanos de la tercera edad. Una semana más tarde, un encuentro similar tuvo lugar en la iglesia Del Viso (ambas del obispado Nº 2, en la provincia de Buenos Aires).
El primer encuentro se realizó en Garín 2. Esa tarde, y a pesar de que las condiciones climáticas eran un poco adversas, concurrieron con alegría 62 miembros de las comunidades Garín 1, Garín 2 y escobar. El segundo encuentro fue en Del Viso, también por la tarde, y esta vez participaron 72 hermanos y hermanas de Pilar, del Viso y Derqui.
Las iglesias habían sido especialmente ambientadas para la ocasión; se organizó una nueva distribución de los bancos, se preparó una mesa para luego merendar y todos se predispusieron con alegría para recibir a los invitados.
Los anfitriones más jóvenes se acercaban a los autos para ayudar a aquellos abuelos que llegaban.Otros ofrecieron sus vehículos para ir a buscar a quienes no pudieron acercarse por sus propios medios. Por todo esto, ya en el ingreso se percibía alegría.
El Evangelista de Distrito Pella, que ya estuvo a cargo de una reunión similar, realizó la oración para dar comienzo al encuentro. El mensaje de inicio fue: "Este encuentro está especialmente dedicado a ustedes. Queremos escucharlos, que nos cuenten sus experiencias y sus inquietudes".
Minutos después, los participantes mantuvieron una amena conversación y impartieron vivencias de fe y opiniones sobre diversos temas. Se habló además del Servicio Divino en ayuda para los difuntos, que se realizaría el primer domingo de marzo y de la importancia que tenía para cada uno el dar testimonio para ese día especial.
En del Viso, un hermano destacó también el significado de "sentir amigos a mis hermanos, con los que transité la Obra de Dios a través de los años". Muchos se unieron a este sentir, expresando que si bien pueden haber sido pocos los momentos compartidos fuera de la comunidad, en sus corazones tenían la certeza de vivir con sus hermanos una verdadera amistad. Otro sentimiento unánime fue la alegría de haber llegado hasta esa etapa de la vida en la casa de Dios.
Los minutos pasaron rápidamente y llegó el momento de compartir la merienda preparada y ofrecida por los más jóvenes de la comunidad, y en un clima más informal
continuaron los diálogos.
Finalmente, una hermosa sorpresa aguardaba: la orquesta instrumental del distrito ejecutó varias piezas. Los invitados acompañarón el final de cada interpretación con un espontáneo y cálido aplauso. Luego de la oración final, los invitados recibieron un souvenir de la jornada.
El primer encuentro se realizó en Garín 2. Esa tarde, y a pesar de que las condiciones climáticas eran un poco adversas, concurrieron con alegría 62 miembros de las comunidades Garín 1, Garín 2 y escobar. El segundo encuentro fue en Del Viso, también por la tarde, y esta vez participaron 72 hermanos y hermanas de Pilar, del Viso y Derqui.
Las iglesias habían sido especialmente ambientadas para la ocasión; se organizó una nueva distribución de los bancos, se preparó una mesa para luego merendar y todos se predispusieron con alegría para recibir a los invitados.
Los anfitriones más jóvenes se acercaban a los autos para ayudar a aquellos abuelos que llegaban.Otros ofrecieron sus vehículos para ir a buscar a quienes no pudieron acercarse por sus propios medios. Por todo esto, ya en el ingreso se percibía alegría.
El Evangelista de Distrito Pella, que ya estuvo a cargo de una reunión similar, realizó la oración para dar comienzo al encuentro. El mensaje de inicio fue: "Este encuentro está especialmente dedicado a ustedes. Queremos escucharlos, que nos cuenten sus experiencias y sus inquietudes".
Minutos después, los participantes mantuvieron una amena conversación y impartieron vivencias de fe y opiniones sobre diversos temas. Se habló además del Servicio Divino en ayuda para los difuntos, que se realizaría el primer domingo de marzo y de la importancia que tenía para cada uno el dar testimonio para ese día especial.
En del Viso, un hermano destacó también el significado de "sentir amigos a mis hermanos, con los que transité la Obra de Dios a través de los años". Muchos se unieron a este sentir, expresando que si bien pueden haber sido pocos los momentos compartidos fuera de la comunidad, en sus corazones tenían la certeza de vivir con sus hermanos una verdadera amistad. Otro sentimiento unánime fue la alegría de haber llegado hasta esa etapa de la vida en la casa de Dios.
Los minutos pasaron rápidamente y llegó el momento de compartir la merienda preparada y ofrecida por los más jóvenes de la comunidad, y en un clima más informal
continuaron los diálogos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario