A continuación, el relato de un médico que es miembro de una de nuestras comunidades en Nueva York, EE.UU. Él estuvo en Haití como voluntario durante dos semanas. Regresó a fines de enero y relató lo vivido: "Estamos de vuelta.¡Es increible! Realizamos alrededor de 70 cirugías en una pequeña clinica en Jimaní, en la frontera con la República Dominicana. Las personas han sido transportadas allí de a cientos desde Puerto Príncipe, y continuan llegando.
"La clínica ha sido convertida en un hospital quirúrgico primitivo, ya que todos los sobrevivientes tienen heridas ortopédicas de diversa severidad. Hay probablemente 700 operaciones más que necesitan realizarse. Las personas yacen por todos lados, amontonadas en un pequeño edificio en un campo aproximadamente a 275 metros de distancia, sobre colchones y sábanas sucias, básicamente uno sobre el otro con fracturas expuestas de Fémur, fracturas severas de columna, y heridas devastadoras por aplastamiento que han estado sufriendo por más de una semana sin atención médica.
"Requeriran meses de cuidados y algunos una segunda o tercera cirugía, sin mencionar las necesidades básicas de alimento, agua, y un lugar donde dormir que no huela a muerte y esté a salvo de la propagación de enfermedades.
"Nuestro equipo tiene muchos voluntarios y reunirá probablemente equipos rotativos para regresar a Jimaní para continuar operando y cuidando a la gente. A medida que llegen nuevos recursos, podremos hacer más (rayos X, equipo de esterilización, etc).No estoy seguro de cúan rápido y con cúantos miembros se movilizará el próximo equipo, pero los mantendré informados". Patrick
(Se puede acceder a este relato a través del Facebook del sitio de la Iglesia Nueva Apostólica EE.UU. www.nac-usa. org)
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