¡"Si amas al buen Jesús!"
de corazón con ternura,
vivirás siempre en la "luz"
y no verás sombra oscura.

domingo, 21 de noviembre de 2010

El pacto de Dios y su ley


   Ya  en el Antiguo Testamento, Jehová prometió, a través del profeta Jeremías que celebraría un pacto, y lo describió en mayor detalle: "daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón".
Y luego prometió: "...y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo". Con ello se refiere al pacto del Espíritu Santo: el día de nuestro sellamiento fuimos aceptados por Dios e incluidos en su pacto. De este modo pasamos a ser su pueblo, y Él nos dió la promesa: "Yo seré a ellos por Dios". Aquí dice que su ley está inscrita en nuestra mente. El pueblo de Israel en el Antiguo Testamento tenía una ley, los diez mandamientos, y otras indicaciones dadas por el Señor. Habían sido esculpidos en piedra. El nuevo pacto que el Señor celebró con nosotros es diferente. El nos dio su ley en nuestro corazón y la inscribió en nuestra mente.
        Describiré esta ley divina: el primer punto importante es la ley del amor. Dios nos ama y espera que también nosotros lo amemos. Nos ha inscrito esta ley en el corazón. Si realmente amamos al Señor no debemos defraudarlo. Tengamos comunión con Él y estemos cerca suyo. Entonces también haremos nuestras ofrendas. No las haremos como si fueran una obligación, sino como un deseo apremiante de nuestro corazón: esta es la ley del amor. Y esta ley del amor también significa que nos amemos unos a otros.
Apoyémonos mutuamente hagamos las cosas fáciles; oremos los unos por los otros y compartamos sentimientos con los que están tristes.
       La ley divina tiene otros aspectos. Es la ley de la fe. En este sentido, una vez el Señor dijo: " Si realmente tuviereis fe, podréis mover montes". La fe es una fuerza real. Nada puede atarnos si realmente somos fuertes en la fe. En la biblia leemos que mucha gente se dirigía al Señor Jesús porque tenía problemas de salud o de otro tipo, y en muchos casos recibió ayuda. Muchas veces el Señor Jesús les dijo:
"¡Tu fe te ha salvado!".
      Esta ley tiene otro aspecto y es la gracia divina. En la Sagrada Escritura dice:
 "Dios da gracia a los humildes".
Si nos acercamos a Él en humildad y en el reconocimiento de que sin Él no podemos hacer nada, podremos recibir gracia.
      También esta la ley del perdón; el Señor Jesús dijo a sus Apóstoles: "A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos". Si nos atenemos a los Apóstoles, experimentaremos el perdón de los pecados.
      Finalmente cabe mencionar la ley de la esperanza. sabemos que el Señor Jesús  regresará para llevarnos con Él. esta ley nos ha sido colocada en el corazón; esperamos cada día que se cumpla esta promesa. Todas estas leyes han sido inscritas en nuestros corazones. No las olvidemos, porque este es el pacto que Dios ha hecho con nosotros. Él es nuestro Dios y nosotros somos su pueblo.
Amados hermanos y hermanas:

Con motivo de mi cumpleaños, también este año he recibido innumerables tarjetas.
Por todas estas muestras de afecto y amor me he sentido muy contento.
Recibí con gusto todos los deseos de felicidad y bendición. Por esta vía os quiero
agradecer de corazón por ello.
Mi deseo para todo el pueblo de Dios es que pueda experimentar cada día la cercanía
y el apoyo del Todopoderoso. gustoso seguiré vinculándome con todos vosotros
día a día e intercediendo por todos.

1 comentario:

Antacha dijo...

Ven pronto mi Dios: "La hora ya llega"
mete ya tu hoz cumplase tu siega.
Salva a tu pueblo salva al pecador,
el Alfa y la Omega eres tu Señor.